El neerlandés dio una clase de conducción bajo la lluvia y se coronó como el ganador del Gran Premio de Mónaco.

Ni la lluvia ni Fernando Alonso con su temible Aston Martin pudieron con el poderío de Max Verstappen a bordo de su RB19. Tras adjudicarse la POLE del día sábado, Max largó primero en una carrera que supo controlar de principio a fin, incluso con la llegada de la lluvia, en la vuelta 50 del Gran Premio, supo mantener la calma y tomar buenas decisiones con su equipo de mecánicos.
La victoria lo consolida como el piloto a vencer este año y lo aleja 39 puntos de Sergio «Checo» Pérez, su compañero y máximo rival por el título de esta temporada, quien llegó en el puesto 16 tras un fatídico fin de semana en el que le salió todo mal.