«Un niño, un profesor y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución», entrevista a Malala Yousafzai

Internacional

En conversación con Malala Yousafzai, la activista pakistaní por la educación de las mujeres y la defensa de los derechos humanos, que se volvió la ganadora más joven del Premio Nobel de la Paz en 2014, compartió algunas de sus perspectivas y su constante lucha por los derechos educativos.

—¿Qué te inspiró a convertirte en defensora de la educación de las niñas y los derechos humanos?

Mi inspiración proviene de mi propia experiencia. En 2008, cuando tenía 11 años, el grupo extremista Talibán prohibió la educación de las mujeres en mi región natal, el Valle de Swat, Pakistán. Esto fue un golpe devastador para mí, ya que siempre había valorado la educación como una herramienta para el empoderamiento y el cambio. Decidí alzar mi voz y defender el derecho de todas las niñas a recibir una educación de calidad, como forma de lucha para romper el ciclo de opresión.

—¿Cuál dirías que ha sido tu mayor desafío en esta lucha?

Sin duda, ha habido muchos desafíos en mi camino, pero uno de los más grandes ha sido enfrentar la violencia y la oposición de los extremistas. Mi defensa a los derechos humanos y la educación de las mujeres no fue bien recibida por quienes querían mantener el orden establecido. En 2012, fui víctima de un atentado perpetrado por los talibanes, donde fui herida gravemente. Sin embargo, este intento de silenciarme solo fortaleció mi determinación y compromiso con la causa.

—¿Cuál crees que ha sido tu mayor logro hasta ahora en la promoción de la educación y los derechos humanos?

Considero que uno de mis mayores logros ha sido elevar la conciencia global sobre estos motivos. A través de mis discursos, mi fundación y mi trabajo en comunidades desfavorecidas, he podido llegar a millones de personas, asimismo he logrado movilizar a la sociedad civil, los líderes políticos y las organizaciones internacionales para tomar medidas concretas. También he contribuido a la apertura de escuelas y programas educativos para mujeres en diversas partes del mundo.

—Según tu criterio, ¿cuáles serían los siguientes pasos en la lucha por la educación y los derechos humanos?

Aunque hemos logrado avances significativos, todavía queda mucho por hacer, el acceso a una educación de calidad sigue siendo un desafío para millones de niñas en todo el mundo, especialmente en áreas afectadas por conflictos. Además, las desigualdades de género y las violaciones de los derechos humanos persisten hasta la actualidad. El siguiente paso importante es garantizar que los compromisos y promesas se traduzcan en acciones concretas a nivel gubernamental y comunitario. Necesitamos una educación inclusiva, equitativa y de calidad para todos, sin importar su género, origen étnico o situación socioeconómica.

—¿Qué consejo le darías a las personas que desean hacer una diferencia en el mundo y luchar por los derechos humanos?

Mi consejo sería que nunca subestimen el poder de su voz y su capacidad para generar un cambio positivo. Cada persona tiene el potencial de marcar la diferencia, ya sea a través de pequeñas acciones en su comunidad o a nivel global. La educación y el conocimiento son herramientas poderosas, así que aprovechen cada oportunidad para aprender, crecer y alzar la voz en favor de la justicia y los derechos humanos. Un niño, un profesor y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución.

La joven Malala lleva comprometida con su causa desde, aproximadamente, los 11 años. Sin duda es un ejemplo admirable y una inspiración para todos nosotros.

1 comentario en ««Un niño, un profesor y una pluma pueden cambiar el mundo. La educación es la única solución», entrevista a Malala Yousafzai»

  1. Una gran entrevista a Malala! Sin duda, es muy resiliente en su defensa por los derechos humanos.

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