Opinión: Modificar el sistema tributario: ¿por qué el tema no se debe evadir?

Actualidad Nacional

En los últimos años, hemos escuchado expresiones de desear un Estado Social de Derecho, de que los ricos paguen más impuestos, de castigar la evasión fiscal y de ser un país más desarrollado, por citar algunos ejemplos. Pero, ¿Qué son los impuestos y cuál es su importancia en una sociedad democrática?

Los impuestos son contribuciones obligatorias, definidas por leyes, para sostener al Estado y remunerarlo por sus responsabilidades para con los habitantes. Debido a su obligatoriedad es que generan resquemor en algunas personas, ya que sienten como si se les privara parte del fruto de su esfuerzo. Es sabido que en el pasado los gobernantes abusaban de los impuestos, reprimían a las personas y las ponían en la cárcel cuando no los pagaban, causando que se enriquecieran a costa del sufrimiento de sus conciudadanos. Pero como hoy en día hay mecanismos de flexibilización en el pago de los tributos, la excusa del aprovechamiento y la expoliación desaparece.

Es sabido que ha habido casos de desfalco por parte de políticos en varios niveles de la administración pública, pero estos casos no nos deben desanimar a pagar nuestras contribuciones, ya que existe un organismo llamado Contraloría General de la República, quien está encargada de velar por los buenos actos de los políticos y el correcto manejo de los bienes públicos.

En una sociedad democrática como la chilena, los impuestos sirven para costear las obras públicas, la salud, la educación; subsidiar ciertos bienes y servicios; sostener las empresas estatales; fomentar las PYMES y ciertas actividades laborales; financiar a las fuerzas de orden y seguridad; cambiar el comportamiento del consumidor en cuanto a los productos potencialmente dañinos como los alcoholes y los cigarrillos y pagarles los sueldos a nuestros funcionarios públicos y a todos los trabajadores del sector público por sus labores.

Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), institución de la que forma parte Chile, la carga tributaria nacional está en el 19,3% desde 2020, mientras que el promedio de la organización está en el 33,5% desde el mismo año. O sea, la mayoría de los países desarrollados tiene una carga tributaria más alta que la de nuestro país.

Tras el rechazo a la discusión (¡Sí! ¡Se rechazó el comienzo de la legislación!) de la Reforma Tributaria del Gobierno del Presidente Gabriel Boric por parte de toda la oposición aquel ocho de marzo, me enojé un poco, pero cuando leí al Presidente decir que como Gobierno empezarían a legislar recién el próximo año, me enojé un poco más todavía, porque él lo tenía como promesa de campaña, y el hecho de que no insistiera demostraba, a mi parecer, una cierta desidia en querer un país más justo y desarrollado, quizá para no ofender a los que se opusieron a la Reforma.

Hasta que se aprobó el Royalty Minero (incluso con los votos en contra de parte de la oposición), que entregará más recursos a las comunas más necesitadas de Chile. Este impuesto estaba dentro de la propuesta de la Reforma rechazada. Lo bueno es que esto significa un paso para avanzar en un mayor desarrollo económico y social al corto, mediano y largo plazo.

Y respondiendo en parte a la pregunta del título de por qué hay no se debe evadir este tema es porque nuestras vidas dependen en cierto sentido de los impuestos. Las evidencias demuestran que los países demuestran progreso social y mitigan sus desigualdades cuando tienen sistemas tributarios lo suficientemente altos como para satisfacer las necesidades de sus habitantes. Así que, veamos este Royalty y la posibilidad de una reforma tributaria con buenos ojos, ya que esto es importante para una buena convivencia social.

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